Maximiliano, es actualmente uno de los durangueños con más rica experiencia en las tareas de gobierno y liderazgo social y de los que más futuro tiene en la política de nuestro estado.
Es el duranguense que mejor posición tiene en las instituciones y organizaciones que conforman el poder en el sistema político mexicano, en su calidad de líder nacional de la CNC –uno de los sectores del aún corporativizado PRI-; tiene gran influencia en la fijación de la política agropecuaria del régimen del presidente Carlos Salinas de Gortari y en el proceso de modernización del PRI y de la propia Confederación Nacional Campesina. Maximiliano Silerio Esparza es uno de nuestros senadores; fue nombrado secretario en 1988 a la vez que preside la Comisión de Reglamentos y es miembro de las de Gobernación; Puntos Constitucionales; Relaciones Exteriores; Fomento Agropecuario, Recursos Hidráulicos y Forestales. Fue secretario también de la Comisión del Sector Sociales Agrario.
Maximiliano Silerio Esparza es de origen campesino y de extracción universitaria. Nació en el ejido Hierbabuena del municipio de Rodeo el 14 de marzo de 1939. Sus padres dedicados a las tareas del campo son Blanca Elisa Esparza y el finado Maximiliano Silerio Arreola. El licenciado en derecho formado en la Universidad Juárez del Estado de Durango, de la cual egresó en 1964, esta institución y la Normal Rural de Salaices Chihuahua –donde estudió la secundaria- fueron las que acentuaron su inclinación a la política y formación social.
Política estudiantil.
En la UJED participó en política estudiantil durante los años de 1958 a 1963, primero en la preparatoria de la cual fue presidente de la Sociedad de Alumnos (1958) y después en la Federación Estudiantil Universitaria de la cual fue Secretario General en 1962, este año también fue representante de los estudiantes en el H. Consejo Universitario de la UJED.
Ejercicio Social.
Antes de terminar su carrera se incorporó al ejercicio profesional. Durante los años de 1960 a 1963 fue actuario notificador del Juzgado segundo menor del ramo civil en la ciudad de Durango, Dgo., en 1963 se desempeña como defensor de oficio y en este mismo año y 1964 agente del Ministerio Público adscrito a la Procuraduría General de Justicia en el Estado. Los años de 1965 y 1966 cuando ya hacía política en el PRI, se integró al Banco Ejidal en la ciudad de Durango como asesor jurídico. Esta actividad profesional le permitió reafirmar su vinculación con los campesinos durangueños.
Trayectoria en el PRI.
Nuestro conocimiento e identificación se inicia en 1965, cuando él deja la política estudiantil y se incorpora de lleno a la política partidista –a la que me toca entregar- después de la VI Asamblea Nacional de la Juventud Priísta celebrada en el D.F., la dirección juvenil del PRI en el estado de la que yo estuve encargado durante unos meses por designación del entonces presidente del CDE del PRI licenciado Gonzalo Salas Rodríguez. Como director juvenil acude a la VIII Asamblea Nacional de la Juventud Revolucionaria celebrada en la ciudad de Guanajuato; su actividad en el PRI lo hizo entrar en contacto esos años de gran tradición y fuerza en nuestro país que fueron maestros de la generación de los 60´s, como lo eran el general Alfonso Corona del Rosal y los licenciados Rodolfo González Guevara y Carlos A. Madrazo.
Su carrera partidista ha sido larga, por ello podemos decir que un agente del PRI, como decimos que es una gente del PRI, como decimos que es un durangueños del que él llama Durango de mis quereres y un universitario de Durango (no se formó en la UNAM) y un dirigente campesino de auténtico origen campesino. Estas afirmaciones simplistas tienen gran significado en estos tiempos en que se renueva el sistema político Mexicano y se acelera el proceso de descentralización de la vida nacional.
Volvamos a Maximiliano y su carrera política en el PRI y en la CNC.
En 1966 –cuando yo todavía combinada la política estudiantil con las actividades en el PRI –él dejó la esfera de los jóvenes del PRI y siendo muy joven asciende en responsabilidades en la estructura priísta. Ese año es presidente del Comité Municipal del PRI en Durango y durante 1969 – 1971, presidente del Comité Directivo Estatal; con esa representación acude como jefe de delegación priísta a las asambleas nacionales. La primera comisión que le encarga el Comité Ejecutivo Nacional del PRI data de 1979 en que lo nombran delegado general en el estado de Guanajuato. Con el tiempo su habilidad política y capacidad de negociación lo convierten en delegado experto por lo que se le encomiendan los difíciles; tal es el caso de Chihuahua en donde –en 1987- el CEN lo envía a rescatar el estado para el PRI. Antes había sido delegado en Tamaulipas (1980 -81); Veracruz, (1981); Sonora, (1981 – 82 y 1985). En este último estado, como en Chihuahua, también desempeñó con éxito la encomienda de hacer retroceder el panismo.
Su trayectoria en el PRI es muy larga y los éxitos alcanzados notables, por lo que llegó, a ocupar a nivel nacional las posiciones de oficial mayor (1985 – 1986), secretario adjunto regional (1987) y presidente de la Comisión Coordinadora de Convenciones (1983).
Actividades en la CNC.
Su primera responsabilidad en el sector se remonta a 1968 en que es designado secretario de organización del Comité Ejecutivo de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado de Durango y a ella accedió después de haber sido empleado del Programa Nacional Agrario que durante los años 1966 y 1968 puso en marcha el antiguo Departamento de Asuntos Agrarios y Colonización en coordinación con la CNC. Estos antecedentes y su desempeño como presidente municipal de Durango (1971 – 74), y como secretario general de gobierno (1974- 1975), le valieron para ocupar la secretaría general de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicato Campesino del estado durante los años de 1975 – 1978 y los resultados obtenidos en el liderazgo de la CNC en el estado fueron la base desde la cual avanzó a la diputación federal en la correspondiente a los años de 1976 – 1979.
Carrera política en los poderes Ejecutivo y Legislativo.
Fue rápida y efectiva en el poder ejecutivo. Tiene la fortuna de 1971 a 1974 haber sido –por elección popular- primera autoridad de un ayuntamiento y de ser el segundo de abordo en el poder ejecutivo estatal al lado de un hombre de gran experiencia político – administrativa como es el doctor Héctor Mayagoitia. En el Legislativo ha recorrido todos los tramos que un político de “formación completa” debe transitar para mantenerse vinculados a los intereses populares a la vez que ser eficiente en la administración pública y en las actividades parlamentarias. La fase inicial se da de 1965 a 1967 en que es nombrado sucesivamente diputado local suplente a la L Legislatura del estado de Durango y propietario de la LI.
El despegue es en 1976 en que es electo diputado federal por el II Distrito cabecera en Gómez Palacio, Durango. En la Legislatura, al Congreso de la Unión, correspondiente a los años de 1976 – 1979, fue coordinador de la diputación federal del estado de Durango (1977), coordinador de la Diputación del Sector Campesino (1976 – 1977) y presidente de la Comisión de Recursos Forestales y de la Fauna.
En 1982 regresó al Congreso de la Unión como diputado federal por el IV Distrito cabecera en Guadalupe Victoria. Esta vez le tocó coordinar la diputación de Durango en la LII Legislatura, ser secretario de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentaria y vice – presidente del colegio Electoral en 1982 y presidente del Primer Período Extraordinario de Sesiones.
Su desempeño en la CNC en este período de reacomodo del movimiento campesino, de ajustes del sistema político mexicano y de modernización del PRI, puede proyectarlo a mejores destinos y estar en posición de impulsar al estado, mejorar la clase campesina y servir a sus paisanos. De ahí que resulte interesante repasar sus tesis político – ideológicas:
En marzo de 1988, al aceptar su postulación para el Senado emitió vigorosos conceptos entre los que destacamos los siguientes:
“Representar al estado de Durango en la Cámara de Senadores requiere además de cumplir con las funciones y facultades que marca la Constitución, mantenerse en el ejercicio político profesional y en la práctica de la unidad ideológica y la acción partidista, por encima de los intereses individuales o de grupo…”.