Emiliano Hernandez Camargo

JOSÉ GUTIERREZ OSORNIO

En primer lugar, el ingeniero José Gutiérrez Osornio: Su nombre está indisolublemente ligado a la primera etapa del Sistema Nacional de Institutos Tecnológicos Regionales, ya que, además de fundar y ser el primer director general del ITD, fue supervisor de la Jefatura de Institutos Tecnológicos Foráneos, (1956-1960) y subdirector (de 1960 a marzo de 1966), de Institutos Tecnológicos Regionales, cuando éstos dependían de la Dirección General de Enseñanzas Tecnológicas Industriales y Comerciales, a cargo del ingeniero Alejandro Guillot Schiaffino, dependiente de la Subsecretaría de Enseñanza Técnica y Superior, cuyo titular era el ingeniero Víctor Bravo Ahuja.

            Desde estas posiciones, Gutiérrez Osornio contribuyó a la organización, en 1957, de los primero Juegos Intertecnológicos; a la creación de la carrera de ingeniería industrial (1960), que por más de veinte años fue punto cardinal de los estudios de licenciatura de los Institutos Tecnológicos Regionales, y a la constitución, en 1963, del Consejo Nacional de Directores.

            Como mérito adicional del maestro Gutiérrez Osornio debe reconocerse la cuidadosa recopilación de documentos relativos a la fundación del ITD y su pasión por dar a conocer diversos eventos de la enseñanza técnica.

            Toda su producción escrita la consagró a la historia de los ITR; de ahí que en 1978, cuando yo era director general, me permití nombrarlo, junto con otros distinguidos fundadores de los ITR´s cronista del Sistema.  De sus trabajos, tengo en mi poder los correspondientes a los Tecnológicos de Durango y de Aguascalientes, así como sobre del Evento Nacional Técnico y Cultural y Deportivo de los Institutos Tecnológicos Regionales cuyo comité organizador presidió durante 9 años.

Semblanza Biográfica

            El ingeniero José Gutiérrez Osornio no nació en Durango, pero escogió nuestra tierra para vivir y morir.  Su esposa Ma. Luisa Viggers Camargo proviene de una distinguida familia duranguense y sus hijos Yolanda, Leticia, Judith y José son nacidos en nuestra tierra.  La pasión del ingeniero Gutiérrez Osornio por Durango y el ITD se manifiesta elocuentemente en episodios como los siguientes:

            Durante los años de 1978 y 1979 solicitó insistentemente a los ingenieros Víctor de la Barrera (Director del ITD) a Jesús Tebar Rodríguez (Director Académico de la Dirección General de Institutos Tecnológicos Regionales) y a quien esto escribe que se incluyeran en las estructuras del ITD carreras del área de administración para que su único hijo varón que entonces todavía era un adolescente no tuviera que ir a estudiar fuera de la ciudad o al Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey.  Por otro lado, era frecuentemente que el sus discursos se refiriera al ITD de Chihuahua, ITD de Oaxaca y para él todos eran ITD y no ITDR.

            José Gutiérrez Osornio nació el 28 de abril de 1910 en Jocotitlán, Estado de México y murió en la ciudad de Durando el 11 de abril de 1983.  Nació en una familia humilde integrada por don Refugio Gutiérrez y doña María de Jesús Osornio.  Fue huérfano antes de nacer de ahí que tuvo que trabajar desde pequeño para sostenerse sus estudios.  Este hecho lo platicaba son gran satisfacción porque le parecía el camino a seguir por quienes naciendo pobres podrían superarse por el estudio.

            La primaria la cursó en su pueblo natal, Jocotitlán y los estudios posprimarios en el Instituto Técnico Industrial de la Cd. De México.  En ese tiempo la enseñanza técnica se iniciaba inmediatamente después de la primaria.  Su carrera la hizo en la Escuela de Ingeniería Mecánica y Eléctrica creada en 1916 y desde 1932 transformada en ESIME, donde en 1937 obtuvo el título de ingeniero mecánico electricista.

            En estas instituciones que constituyeron el pie fundador del IPN y de los cuales fue profesor adquirió una formación social que durante toda su vida impulsó sus acciones de servicio público.  A ello contribuyeron también tanto su experiencia laboral temprana (en una imprenta y en un despacho de abogados en el período de 1922 a 1927), como el ejercicio de la docencia y la participación en política estudiantil.  Fue dirigente de la Sociedad de Alumnos de la ESIME y de la Federación Nacional de Estudiantes Técnicos e impartió en el IPN las cátedras de física y matemáticas.

            A Durango llegó el 1º de septiembre de 1938 para hacerse cargo de la dirección de la Escuela Prevocacional Industrial y Comercial.  Venía precedido de la experiencia que da la docencia en el IPN y de las ideas esgrimidas por quienes un año antes habían participado en la fundación del IPN entre los cuales figuraron los ingenieros Juan de Dios Bátiz, Roberto Medina Ostos, Miguel Bernard y Manuel Cerillo Valdivia quienes habían dado continuidad a los proyectos de Erro, Vallejo Márquez y Francisco Vázquez del Mercado, y  cumplido las instrucciones recibidas de los licenciados Ignacio García Tellez y Gonzalo Vázquez Vela, secretario de Educación Pública en el régimen del general Lázaro Cárdenas.

            Al ingeniero José Gutiérrez Osornio le tocó dirigir la Escuela Prevocacional No. 12 durante 10 años, vivir su transformación en 1941 a Escuela de Enseñanzas Especiales No. 24.  Desde que la institución contaba con 248 alumnos de provocacional y cursos cortos hasta el momento en que ésta inició como Tecnológico en el local de 20 de Noviembre y Zaragoza y trasladarlo un año más tarde el edificio de la Nueva Vizcaya que había construido 4 años antes el general Elpidio G. Velázquez.

            A José Gutiérrez Osornio yo lo conocí desde 1960 en que ingrese al ITD y desde los setentas tuve oportunidad de platicar muchas veces con él de diversos tópicos relacionados con la enseñanza técnica.  Casi siempre hablábamos del IPN – institución que le dio título profesional- y de los Tecnológicos Regionales, que junto con su patria y familia fueron su razón de vivir.  Estos y en especial el de Durango, eran su pasión.

            Por último debemos dejar constancia de las gestiones que realizó José Gutiérrez Osornio desde el puesto de director de la Escuela de Enseñanzas Especiales No. 24, para conjuntar las voluntades del secretario de Educación Pública y del gobierno del estado a fin de que el Tecnológico de Durango, fuera el primero en fundarse en el país y no los de Chihuahua, Guadalajara y Puebla que según él nos narra había sido anunciada su creación por el presidente Miguel Alemán en los discursos del 5 y 15 de mayo en Puebla y en la Ciudad de México en las ceremonias de la Batalla de Puebla y del día del maestro.  Por mi parte sólo encontré expresado en el discurso del secretario Gual Vidal del día 15 de Mayo el propósito del gobierno de crear Tecnológicos en coordinación con los gobiernos de los estados y el anuncio de que estaban terminados los estudios para crear el Tecnológico de Chihuahua.

            Mérito personal de José Gutiérrez Osornio, es el haber logrado la formalización de la decisión del secretario de Educación Pública en documentos firmados el 2 de agosto y la inauguración de actividades con la presencia de autoridades federales el día 15 de septiembre de 1948 y el sumar a la promoción del subsecretario Aarón Merino Fernández, la voluntad política del gobernador de Durango José Ramón Valdez, y el apoyo técnico del ingeniero Alejandro Guillot Schiaffino, director general del IPN y del gerente general de CAPFCE Ingeniero Esteban Hoyo.

            A José Gutiérrez Osornio –originario del Estado de México- hemos reconocido los durangueños su amor por Durango y su pasión por la enseñanza técnica que lo impulsaron a dar continuidad al proyecto de Elpidio G. Velázquez.

            De estos temas me hablaba siempre el ingeniero José Gutiérrez Osornio, a quien en 1977 tuve oportunidad de nombrar cronista de los ITR´s y de invitar cuantas veces podía a visitar otros institutos del sistema y recoger su historia.

            Por su obra el ingeniero José Gutiérrez Osornio ha recibido múltiples y permanentes reconocimientos e infinidad de diplomas y medallas.  El 15 de mayo de 1948 de manos del presidente de la República don Miguel Alemán Valdez, recibió diploma y mil pesos por ser uno de los mejores directores de Escuelas Técnicas de provincia y en el 30 aniversario de enseñanza técnica celebrado en Durango en 1978, me permití entregarle a nombre de lo 48 integrantes del Consejo Nacional de Directores, un diploma que expresa la gratitud de quienes integramos la comunidad tecnológica de México.

            Bien ahora, lo dejamos hablar a él mismo.

            De lo que no todo mundo está enterado es de que él mismo reconocía que su vida en un porcentaje muy elevado, estuvo ligada a la enseñanza técnica.

            Cuenta él mismo que desde sus tiempos de estudiante, se dio cuenta de dicha enseñanza era uno de los factores fundamentales para el futuro de nuestra Patria.

            Afortunadamente, encarnó esa idea y fue así como se convirtió en adicto a la enseñanza técnica hasta la médula.

            Nosotros podríamos agregar que lo fue hasta el momento en que la atajadora de los hombres le salió al paso.  Por eso es un ejemplo vivo.

            Estudió en la capital de la República en el famoso Instituto Tecnológico Industrial, el ITI, donde años después se instalaría el Instituto Politécnico Nacional.  Inició estudios profesionales en 1930 y fue testigo de la transformación de la Escuela de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (EIME) en Escuela Superior, la actual ESIME.

            Siendo estudiante tuvo ocasión de realizar una gira por el vecino país del norte, lo que le abrió amplias perspectivas a la vez que le dejó dolorosas experiencias al comparar nuestras posibilidades reales con las estadounidenses.

            Se había iniciado  -con ancha perspectiva- el sembrador de la enseñanza técnica.

            Vino el reclamo de la provincia.  El 1º de septiembre de 1938 se hizo cargo de la dirección de la Escuela Prevocacional, Industrial y Comercial de Durango, que después de diez años habría de ser el primer Instituto Tecnológico Regional de la República.

            En efecto, el 2 de agosto de 1948, al abrir sus puertas con la nueva denominación, daba comienzo la enseñanza técnica superior en la provincia mexicana.  La semilla había caído en tierra fértil pues después se instalaron los Institutos Tecnológicos de Chihuahua, Saltillo, Ciudad Madero, Orizaba, Veracruz, Celaya y Mérida en la primera etapa de creación.

            En 1959 durante medio año recorrió la actual Alemania Occidental para visitar escuelas técnicas, con el apoyo del ingeniero Víctor Bravo Ahuja, a la sazón subsecretario de Enseñanza Técnica y Superior.  Al retornar se trató de aprovechar su experiencia para lo cual se le nombró subdirector de Institutos Tecnológicos Regionales.

            En ese entonces era director general de Enseñanzas Tecnológicas, Industriales y Comerciales, el ingeniero Alejandro Guillot Schiaffino, quien falleció en su puesto el 21 de marzo de 1966.  Como para entonces nuestro biografiado había completado 30 años de servicios en la enseñanza técnica, renunció con fecha 1º de abril del mismo año.

            Al paso de los años s posible visualizar en todos sus detalles las dos contribuciones del ingeniero José Gutiérrez Osornio en el desarrollo histórico del actual Sistema de Institutos Tecnológicos de la SEP.

             En primerísimo lugar, la fundación del Tecnológico inicial, pie fundador de los 73 que actualmente operan a lo largo y ancho de la República.

            El mismo relata que “a fines de mayo de 1948, visitó la ciudad de Durango, el C. ingeniero Aarón Merino Fernández, en su calidad de subsecretario de Educación Pública, con la finalidad de exhortar al gobierno del estado y a algunas instituciones, a colocar bonos preconstrucción de escuelas”.

            El momento fue felizmente aprovechado por nuestro biografiado al solicitar que la Escuela de enseñanzas Especiales No. 24 fuera transformada en un Instituto Tecnológico.  Para el caso se comprometía a la colocación de bonos por un monto de $50,000.00.  El resultado fue positivo.

            La otra contribución definitiva de nuestro personaje fue la instrumentación de los planes y programas para la implantación de la carrera de ingeniería industrial en los Institutos Tecnológicos, la cual es a la fecha distintiva del sistema.

            Coordinó ideas, esfuerzos, esperanzas y entregó al ingeniero Bravo Ahuja el resultado de los afanes de la enseñanza técnica a nivel superior.  Ahora es un verdadero orgullo de la educación tecnológica en nuestro país.

            Durante los últimos años de su vida no perdió ni entusiasmo y dedicó sus energías a la industria y a los Institutos Tecnológicos Regionales.

            Dejó la escena de los vivos el 11 de abril de 1983, día que la comunidad tecnológica del país recuerda como día de luto.

            Y en este punto nada mejor que recordar sus propias palabras: su homenaje como vivísimas palabras al ingeniero Víctor Bravo Ahuja, por considerarlo “el punto más fuerte de la enseñanza técnica en los últimos quince años; el que implantó, en 1962, en los Institutos Tecnológicos la carrera distintiva de ingeniería industrial con varias opciones”.

            Y son de recordar sus palabras, por que fue el ingeniero José Gutiérrez Osornio quien coadyuvó eficazmente en el despliegue de la enseñanza técnica en el país, cuando fue el primer subdirector de Tecnológicos Regionales; y fue el ingeniero Gutiérrez Osornio quien con los directores de los Institutos de Veracruz y Durango integró la comisión de estudio para implantar la carrera de ingeniería industrial.