Emiliano Hernandez Camargo

JOSÉ RAMÓN VALDEZ

Ya hemos reseñado las gestiones que se hicieron en 1948 para crear el primer Tecnológico del país en Durango y la inauguración del edificio destinado al Instituto Tecnológico de Durango, el 11 de septiembre de 1944, con la presencia del secretario de Educación Pública doctor Jaime Torres Bodet.

Sin embargo, en rigor de verdad, el inmueble se ocupó hasta 1949, después de que por una parte, se iniciaron trámites para que el Internado de Segunda Enseñanza No. 6, que funcionaba en Ciudad Lerdo, pasara a ocuparlo; por otra parte, el director del Tecnológico, ingeniero José Gutiérrez Osornio, que funcionaba en 20 de Noviembre y Zaragoza, emprendió gestiones para que el plantel fuera trasladado a un sitio donde pudiera crecer y desenvolverse.

Estas gestiones, ante el gobernador constitucional del estado don José Ramón Valdez, también consideraban la creación de laboratorios de biología, física y química, involucrando al nuevo Secretario de Educación licenciado Manuel Gual Vidal y al ingeniero Alejandro Guillot Schiaffino, director del Instituto Politécnico Nacional.

El resultado fue la firma de un segundo convenio el 23 de febrero de 1949 entre el Gobierno de Durango y la SEP; tanto para la ampliación del edificio del ITD como para la instalación de los talleres de ajuste mecánico, electricidad, fundición, herrería y hojalatería, carpintería y mecánica automotriz.

No cabe duda que fue la decisiva participación del gobernador Valdez, la que hizo posible que el ITD tuviera un exitoso despegue.

Don José Ramón Valdez es un alto ejemplo de autodidactismo. Nació en Santiago Papasquiaro, Durango, el 3 de agosto de 1888 y sólo pudo cursar la primaria elemental en su población natal. Las necesidades de la vida lo empujaron al desempeño de labores docentes, que cumplió como profesor rural. La lucha armada de 1910 lo llevó a las filas del maderismo en las que por riguroso ascenso ganó las insignias de mayor. Después en la etapa constitucionalista ocupó diversos cargos públicos y se le eligió como representante del estado de Durango en una legislatura federal.

Posteriormente, nuestro personaje ocupó en dos ocasiones la primera magistratura de la entidad.

De la primera nos da puntual noticia el cronista Lozoya Cigarroa: «En septiembre de 1930 la legislatura local eligió al señor Valdez gobernador del estado en sustitución del licenciado Alberto Terrones Benítez, para terminar el período constitucional que había iniciado Juan Gualberto Amaya. Los diputados por el estado, no pudieron impedir la separación de Valdez porque ya había sido promulgado el decreto que desconocía los poderes del estado, y sólo consiguieron que se modificara la designación del gobernador y fuera nombrado el ingeniero Pastor Rouaix, quien tomó posesión del gobierno el 18 de septiembre de 1931».

La segunda vez fue en 1947, cuando es designado gobernador interino sustituto por muerte del general Blas Corral Martínez, que fungió como gobernador constitucional.

Fue entonces cuando impulso la consolidación y despegue efectivo del Instituto Tecnológico, en su común denominador de alentar en todos los órdenes la instrucción pública. Efectivamente, creó numerosas escuelas rurales, en permanente recuerdo de su paso por esas aulas del medio suburbano.

En cuanto a la ciudad, emprendió la ampliación de la avenida 20 de Noviembre hasta su terminación por el rumbo del oriente. En cuanto a comunicaciones su obra de mayor envergadura fue la pavimentación de la carretera panamericana en el tramo comprendido desde la confluencia con el estado de Zacatecas hasta los límites con Chihuahua, con una extensión aproximada de 600 kilómetros.

El magisterio duranguense lo recordaba porque incrementó las percepciones en más de 50 por ciento; los estudiantes reconocían su liberalidad siempre en ayuda de quien recurría a él. En fin, gozaba del aprecio general cuando falleció en la capital de la República, en 1975. Sus restos reposan en su tierra natal, Santiago Papasquiaro, Dgo.