Nacido en la ciudad de Durango el 7 de septiembre de 1893, Martín Gómez Palacio se inició en la literatura a través de la poesía para desembocar definitivamente en el relato y la novela.
Realizó sus estudios de jurisprudencia hasta obtener el título de licenciado en derecho; posteriormente desempeñó cargos en la judicatura, donde tuvo ocasión de demostrar su probidad.
En lo literario cuenta su primera salida en libro al publicar, en 1918, el libro de versos La Vida Humilde. Ventajosamente reconocido por la crítica, formó parte de las filas del Nuevo Ateneo de la Juventud, agrupación de corto espectro cronológico. Ahí tuvo como colegas a Carlos Pellicer, Jaime Torres Bodet, José Gorostiza, Bernardo Ortiz de Montellano y otros nombres que ya son historia.
Nuevamente volvió a incursionar en el campo poético en 1921 con el volumen A Flor de la vida, y después, sin fecha precisa, con Poesías.
En cuanto a las parcelas del relato y la novela, Gómez Palacio dio a la estampa los siguientes títulos: A la una, a las dos y a las…, 1923; El Santo Horror, salido de prensas en San Luis Potosí, 1925; El Mejor de los Mundos Posibles, con pie de la Imprenta Politécnica, 1927; Entre Riscos y entre Vestinqueros, con el subtítulo de Novela de un indio, editado por La Razón, 1931; La Venda , La Balanza y Ejpá, bajo el signo de Ediciones Botas, 1935; Viaje Maduro, donde relata incursiones por Constantinopla, Jerusalén, y El Cairo, publicado por la Editorial Polis, 1939; El Potro, con pie de imprenta también en Botas, 1940; tres novelas cortas agrupadas bajo el título de Cuando la Paloma Vence al Cuervo, asimismo de Botas, 1953, y La Ambición del Diablo, por la misma editorial, 1962.
En el Diccionario de Escritores Mexicanos, editado por la UNAM en 1967, se dice de Gómez Palacio:
“De su obra poética sobresale el libro A Flor de la Vida 1921, donde rastrea la vida sencilla de provincia, un pocoo a la manera de López Velarde. Su obra novelesca toca temas revolucionarios como en El Mejor de los Mundos Posibles 1927, donde se revela como diestro narrador costumbrista, irónico y analítico, y en los temas rurales y episódicos post-revolucionarios sobresalen los tintes satíricos. Más tarde toma asuntos más modernos, sin dejar por ello de ocuparse de la revolución, como en su novela El Potro 1940, donde trata de incorporar las innovaciones técnicas del género”.
Murió en la ciudad de México en 1970.
El duranguense ha merecido juiciosas recensiones en Ermilo Abreu Gómez, Frank Dauster, Luis Leal, José Luis Martínez, Ernest Morre, F.rand Morton y José de J. Núñez y Domínguez.